NIÑO QUE SE SALIÓ DE SU SUEÑO PARA VOLAR
A todos aquellos
que nos encontramos
presos
de algo
El niño que se salió de su sueño para volar, ya no tiene papalote con el cual hacerlo. Se lo robaron las nubes, que son las únicas que quieren estar arriba, sobre todos, en el cielo. No soportan ver llover a nadie más.
Está de luto por la pérdida de su papalote. Ya no quiere abrir los ojos. Le parecen injustos los arrebatos de la madre naturaleza.
Las gaviotas se unieron al linchamiento del soñador niño que vuela y le arrancaron las piernas a picotazos, confundiéndolas con grandes peces que habían escapado de su destino el mar. Las algas verdes pidieron ayuda a las olas y le amarraron los brazos y las manos al cuerpo.
El niño que se salió de su sueño para volar se siente sin salida (y sin entrada) alguna, pero sigue invocando otros sueños con la boca y la voz y con sus ojos abiertos hacia adentro.
Eduardo Sánchez López.
7 de febrero de 2000