Esta lectura de corte psicoanalítico lacaniano plantea argumentos interesantes respecto a nuestra condición de hombres como entes deseantes, incompletos, en búsqueda de tan anhelada completud.
Me parece interesante cómo el autor, siguiendo a Lacan, plantea al deseo como factor del movimiento, tanto a nivel individual como social, de lo micro a lo macro.
En el texto se plantea que el deseo ha evolucionado desde la Phiysis o mundo material, circundante, hasta llegar a la Polis o contexto social y de este último a la Telépolis. Dicho entorno se explica como la serie de relaciones que ya no sólo son entre congéneres que están en cercanía temporo-espacial sino que se construyen en el imaginario y a través de la artificialidad de la que somos capaces los seres humanos.
Dicha evolución de la que hablamos en el párrafo anterior no parte de la nada. El autor nos va trazando o bosquejando un recorrido ontogenético y filogenético de la humanidad, de la satisfacción de sus necesidades primarias y básicas en el primer entorno (mundo natural), las necesidades, digamos, secundarias en el segundo entorno o entorno social y cultural (creadas por los deseos sociales y para satisfacer anhelos sociales) y aquellas que son completamente artificiales, aquellas que pertenecen al tercer entorno o Telépolis. Estas últimas son todas aquellas que se producen a través de los vínculos que se crean a larga distancia mediante la televisión, las computadoras, los medios electrónicos, etc (implementos).
Asimismo, plantea que el cuerpo humano es nuestro principal vínculo para conectarnos con los diferentes entornos. Es, pues, nuestra estructura topológica con la cual nos enlazamos a los diferentes entornos. Más específicamente, los sentidos perciben desde diferentes referentes: El olfato, la vista y el olfato se ponen en acción y perciben los estímulos exteriores; el tacto percibe directamente en contacto con los estímulos y el gusto percibe desde el interior.
De esos cinco sentidos, dentro del entorno de la Telépolis se hace un sobre-uso de la vista y el oído.
Se realiza en esta lectura un análisis complejo de las múltiples relaciones y consecuencias que se dan por las acciones de los hombres en un entorno u otro (o en todos a la vez). Se analiza cómo nuestra casi permanente estancia en el tercer entorno crea en cada uno de nosotros nuevos espacios de interacción virtual.
La pregunta que queda en el aire es ¿a dónde nos va a llevar nuestro sentido de incompletud, nuestros interminables deseos artificiales? ¿qué otros "mundos" posibles se vislumbran bajo la perspectiva dinámica y compleja de las cambiantes relaciones humanas- virtuales que actualmente nos conforman?