CARNE, HUESO Y FUEGO HECHO POEMAS
Nos desprendemos del pergamino
que es el vientre de nuestra madre
Siempre somos y seremos presagios
envueltos de alegrias o desdichas:
siempre provocando
los más bajos instintos
siempre incendiando alrededor
Somos envidia de ángeles
que no saben si son hombre
mujer o fenómeno raro e ilógico
Se resienten por ser siempre
presos de sus sentimientos ausentes
Siepre lejos de toda hoguera
Sin pasión, sufriendo
algo para lo que no encuentran
remedios
Nosotros,
los hombres y mujeres,
nos encontramos (o desencontramos),
siempre ardiendo lento,
una y otra vez,
levantando cenizas
olvidadas por instantes, en un borde
de nuestro bosque de coníferas
donde nos escondemos de las lluvias
Nos encontramos siempre
soltando vapores
como la arena de un desierto a mediodia
Si a Adán, Dios lo hizo de arcilla
que se convirtió en carne
y a Eva la hizo de los huesos de su
creación
a nosotros, a los hombres y mujeres
las consecuencias nos dieron pasión
Por ello, se dice,
somos poemas de carne, hueso... y fuego
Enero de 2000
MIEDO MUTUO Y CONSECUENTE
Érase una vez
un pordiosero
que daba
miedo
a la gente:
con su miedo
a
ellos
No hay comentarios:
Publicar un comentario